Descripción
La plomada utiliza la ley de la gravedad para indicarnos que la posición de un elemento constructivo es realmente vertical. El principio en el que se basa el funcionamiento de la plomada es muy simple: la cuerda suspendida con el peso que tiene en su parte inferior deberá ser vertical y perpendicular a cualquier otro plano de nivel con el que se cruce.
Las plomadas continúan siendo, hoy en día, una de las herramientas más importantes y utilizadas por el albañil en el sector de la construcción. Por ese motivo disponemos de una selección de modelos que, sin renunciar al uso tradicional, garantizan un correcto funcionamiento y aseguran la calidad del producto.
Las plomadas son de acero bicromatado, para asegurar una buena resistencia a la corrosión, debido a las condiciones de trabajo a las que el producto será sometido. La geometría de la pesa, mantiene de la forma más fiel uno de los modelos más tradicionales, el cilíndrico con un extremo en punta, como indicador del centro de gravedad. Con sus 600 gr. de peso, las plomadas son altamente fiables y muy resistentes.
Los diábolos, o nueces, de las plomadas se fabrican en madera y están barnizadas para darles una mayor resistencia a los trabajos en condiciones adversas. La cuerda de las plomadas es de algodón, de alta calidad, para soportar las condiciones de trabajo en la obra, de 5 metros de longitud.





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